Los tópicos están presentes en nuestras vidas desde tiempos remotos y eso ocurre en nuestro día a día, a pesar de que la mayoría de veces no caemos en ello. Los tópicos pasan pues, bastante desapercibidos y el conflicto en torno a su uso radica en que algunos lo consideran un elemento que ensalza la cultura por otorgar unos rasgos muy definidos, mientras que otros lo consideran un claro error de generalización, ya que constantemente se identifica a una población o a un sector de la misma con unos rasgos o unas actitudes que en la mayoría de ocasiones distan mucho de la realidad. Es el caso de las sevillanas, el pescaíto frito, o los toros para definir a media España del centro al sur de la península. Sin embargo, no somos nadie para quejarnos por ser etiquetados con tal facilidad, aunque es lógico indignarse ya que nosotros respetamos con pulcritud al moro sucio, al frío finlandés, al italiano arrogante y pizzero, al inglés borracho, al alemán fiestero o al sudamericano perezoso...
sábado, 23 de mayo de 2009
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